El Salvador
jueves 21 de noviembre de 2024

¡Pedí perdón por la muerte de Romero!: el bochornoso momento que pasó d’Aubuisson tras beatificación

por Julia Gavarrete


El alcalde de Santa Tecla no pudo evitar ser abucheado al salir de la beatificación de Romero.

Bastó que Roberto d’Aubuisson cruzara la línea de seguridad, que le dividía con la multitud que había asistido a la beatificación de Óscar Arnulfo Romero, para ser blanco de los reclamos por la muerte del obispo, ocurrida en marzo de 1980.

«¡Asesino!», «pedí perdón por haber matado a monseñor Romero», la voz desgarradora de una mujer enfurecida se escuchó mientras el alcalde de Santa Tecla caminaba junto a su esposa hasta un vehículo. La presencia del hijo del Mayor Roberto d’Aubuisson, fundador del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) y uno de los responsables, según un informe de la Comisión de la Verdad, de haber asesinado a Romero, no fue bien recibida por unos cuantos que aprovecharon, sin tapujos, acusarle de «sinvergüenza».

Pero d’Aubuisson no flaqueó, tampoco perdió la cordura. Ante el asedio de la prensa, el edil tecleño aclaró que presenciar la beatificación era para «precisamente buscar la reconciliación con los salvadoreños». Por eso se le vio llegar a primera hora de este sábado para no quedarse sin poder ingresar. Pese a que la figura de su padre se relaciona con haber sido partícipe del asesinato del arzobispo de San Salvador, el alcalde insistió que el Mayor «no tiene nada que ver» con el magnicidio.

«…Y no tengo que avergonzarme de nada que él (su padre) haya hecho», sentenció.

Ante señalamientos de la izquierda, que le acusaron de haber asistido de forma hipócrita, el líder arenero pidió dejar de lado la politización ya que no abona «en el clima de armonía social»: «Romero es el beato de todos los salvadoreños y hay que sentirse orgulloso por ello».

Pero d’Aubuisson no dejaba de recibir reclamos. «¡Huele a azufre!», gritó un hombre desde lejos. «¡Fuera, fuera!».

—¿Qué le dice a la gente que le está enviando estos mensajes,—, pregunto segundos antes de que abordara un microbús que transportaba a las personas de alto nivel que presenciaron la beatificación desde zonas preferenciales.

—Dios los bendiga, nada más…

Al salir de la beatificación, monseñor Gregorio Rosa Chávez calificó a d’Aubuisson como una persona valiente. «No es fácil afrontar una situación como esta. Y hay un camino que ir recorriendo para la reconciliación. Y hay que reconocer los errores», manifestó el obispo.

Foto D1. Julia Gavarrete. El alcalde fue de los primeros funcionarios en ingresar al templete.

Foto D1. Julia Gavarrete. El alcalde fue de los primeros funcionarios en ingresar al templete.