El Salvador
sábado 16 de noviembre de 2024

La gente aún tiene miedo hablar con la Policía Comunitaria

por Luis Canizalez


La colonia Majucla del municipio de Cuscatancingo, San Salvador, es uno de los sectores donde las autoridades de seguridad desplegaron la Policía Comunitaria. A tres meses de cumplirse un año, pese al trabajo, la gente aún tiene miedo hablar con ellos. La razón es sencilla: quien habla con policías se muere.

Ahora los pandilleros están al otro lado del barranco. Han escapado y dejado dos mensajes escritos sobre la tierra: “juras culeros”, dice uno; “policías caga mona”, dice otro.

En ese lugar la gente tiene miedo. No hablan, no saludan y ni siquiera  vuelven a ver a los policías que caminan por sus pasajes. El leve contacto con los agentes puede ser sinónimo de muerte.

Son las once de la mañana. Los pandilleros están escondidos. No salen porque alguien les ha informado que la «jura» anda patrullando. Este miércoles la colonia respira cierta calma y todo parece transcurrir con normalidad.

Cuatro policías comunitarios están en la calle principal de la colonia Majucla. Saben que es zona roja y por eso llevan las armas empuñadas.

–  No es que nos tengan miedo. Lo que sucede es que mientras nosotros estamos acá no pueden delinquir con tranquilidad y prefieren no salir – comenta uno de los cuatro policías.

–  ¿Y cómo es el trato con la gente?, pregunto.

–   Ustedes pueden ver. Ni siquiera nos saludan.

Nueve meses atrás, la comunidad Majucla era impenetrable. Nadie que no fuera de ese lugar podía entrar ahí. A los desconocidos los paraban y les pedían sus documentos de identidad. Si estos residían en zonas de pandilla rival, los mataban.

No existía tregua. Los buseros y los comerciantes de las pequeñas tiendas eran extorsionados a pleno día, a la vista de todos. Las paredes estaban llenas de grafitis. Era territorio de la pandilla.

Varias familias emigraron por amenazas. Incluso, algunas  dejaron las casas y los muebles. No se llevaron nada. Ahora son espacios inhabitables, derruidos,  sin techo ni ventanas.

– Ven esa casa – uno de los policías señala una vivienda color verde que aparentemente no está dañada.

-¿Qué pasó ahí?

– Tenía una fachada de sala de belleza, pero nos pareció sospechoso que nunca escuchábamos ruido. Cuando abrimos la puerta descubrimos que estaba deshabitada, que era una casa destroyer.

Uno de los policías abre la chapa con un alambre. Adentro hay sillones rotos, zapatos de tacón, un tocador sin espejo y unos colchones destrozados. En el suelo hay basura: latas de cerveza, botellas de alcohol y papel bond utilizado para fumar marihuana.

Afuera la gente prefiere ignorar esa realidad y vivir sumidas en el terror. No denunciar nada. Su otra alternativa es largarse, dejar todo y no volver más.

–  Nosotros hacemos esto por la seguridad de la gente, pero no es tan fácil ganarse la confianza de ellos – comenta un agente.

–  Es que también algunos prefieren colaborar con ellos. A veces la misma gente les informa que nosotros venimos para acá – dice otro.

De pronto, uno de los policías alerta a sus compañeros por radio que ha detectado a seis sujetos. Todos estaban tendidos boca abajo en un predio baldío desde donde se tiene el panorama de la comunidad.

Los agentes se desplazan: dos se van por un corredor y los otros dos por una vía alterna. Es tarde. Cuando llegan al terreno, no hay nadie. Únicamente, en el suelo, hay dos mensajes para ellos.

Foto D1. Salvador Sagastizado.

Foto D1. Salvador Sagastizado.

***

El presidente Salvador Sánchez Cerén  anunció en agosto del año pasado el primer despliegue de la Policía Comunitaria, una de las principales apuestas del actual gobierno para reducir la criminalidad.

En la primera etapa, la Policía Comunitaria pretendía abarcar 70 sectores de los municipios más violentos del país. Con este modelo, las autoridades buscan recuperar el control de territorios sitiados por grupos delincuenciales, en especial por pandillas.

Uno de los puntos medulares de la creación de la Policía Comunitaria era generar confianza en la ciudadanía para que estos denunciaran cualquier tipo de ilícito.

Un reciente informe brindado por el director de la Policía Nacional Civil (PNC), Mauricio Ramírez Landaverde, detalla que con presencia de la Policía Comunitaria en cantones y colonias han provocado que la gente utilice más el sistema de emergencia 911.

El jefe policial destacó que las actividades de los agentes comunitarios ha sido borrar grafitis, eliminar casas abandonadas e iluminar zonas oscuras.

Pero, en ese mismo informe, el director de la PNC reconoce que aún existe temor, desconfianza e inseguridad en la gente. Ganarse la confianza de las personas es la mayor dificultad que han enfrentado los elementos de la institución.

Landaverde informó hace dos semanas que pronto implementarán la segunda fase de la Policía Comunitaria. Esta consistirá en evaluar el  trabajo desarrollado por los policías en cada sector que fue desplegada.

Foto D1. Salvador Sagastizado.

Foto D1. Salvador Sagastizado.

***

Los pandilleros han saltado a un barranco que colinda con otra comunidad. Los agentes reportan vía radio el movimiento. Al otro lado, un policía asegura haber ubicado la escena.

Minutos después hay resultados. Un pandillero ha sido capturado con dinero, dos teléfonos  y un encendedor en la bolsa del pantalón. No carga documento de identidad.

En uno de los celulares hay fotografías del capturado “rifando” la MS. En otras imágenes aparece mostrando armas de fuego.

Los policías dan explicaciones de la operatividad:

–  Esto sucede casi a diario. Ahora menos que antes. El problema es que los capturamos y a los tres días están afuera.

–  ¿Y eso los frustra?

–  No, para nada. Nosotros nos sentimos bien porque cumplimos con nuestro trabajo.

Los policías son conscientes que se están dejando todo, incluso la vida. Lo único que piden es mayor respaldo de los jefes policiales.

–   Antes de salir siempre nos encomendamos a Dios, porque no sabemos si vamos a regresar. Eso sí, esto lo hacemos por amor y vocación. Si aquí nos toca morir, aquí nos morimos.

Fotos D1: Salvador Sagastizado

[cycloneslider id=»policiacomunitaria»]