El reloj marca las ocho de la noche. Dentro de dos horas el policía Adilson se convertirá en el cuarto agente asesinado de 2015. Pero de momento recién se acomoda en la mesa de un bar tecleño, pide cervezas y conversa con un amigo que le acompaña.
Es domingo y el bar está repleto de gente. La música suena con fuerza y el ambiente es intenso. Frente a ellos hay una mesa con dos mujeres que departen. Cruzan miradas y sonríen.
El policía y su acompañante se ponen de pie, van a la mesa de las mujeres y las invitan a bailar. Pero solo una de ellas acepta, la otra se queda esperando en la mesa. El agente aprovecha que está de licencia.
Ahora el reloj pasa de las diez de la noche. El tiempo ha transcurrido rápido. El policía y su amigo se despiden de las mujeres y pagan la cuenta. Salen del bar y se dirigen a su vehículo.
De pronto, una camioneta negra los intercepta y un sujeto les dispara sin tregua. El agente Adilson se desploma en la acera, con una mano en la cintura y con la otra sosteniendo una cerveza. No tuvo tiempo de sacar su pistola para defenderse.
Su amigo se queda inmóvil, atónito, incapaz de reaccionar. Minutos después una ambulancia de Cruz Roja los traslada hacia el Hospital San Rafael de Santa Tecla. El agente va grave, con algunos órganos destrozados, y su amigo únicamente lleva un disparo en la pierna izquierda.
La Policía es alertada e inicia una persecución contra la camioneta negra y un vehículo blanco que huyen a toda prisa. El primero es interceptado en la calle Chiltiupán y el segundo es alcanzado sobre la calle El Jabalí.
La camioneta negra es manejada por dos hombres: un empresario y su seguridad privada. Adentro encuentran una pistola calibre 40 y varios casquillos de bala.
Del automóvil blanco bajan dos mujeres que se resisten a ser detenidas. Son las mismas que habían departido con las víctimas. Las cuatro personas son detenidas como sospechosas.
Una hora después, el agente Pedro Adilson Ramos Pérez, de 30 años, fallece en el centro hospitalario. Estaba destacado en la sede de Ciudad Mujer de Lourdes, Colón. Su amigo, César D. narra a los oficiales de servicio todo lo sucedido.
Un oficial de investigaciones de la Policía Nacional Civil (PNC) confirmó que el arma encontrada en el vehículo negro fue la que utilizaron para asesinar al agente Adilson. Los detenidos son Kerwin Alberto Hernández Ortiz, de 32 años, y José Saúl Ramírez, de 36 años, este último es el propietario del bar.
“Estamos claros que ellos fueron los actores del hecho. Ahora solo falta determinar quién de los dos fue. Todavía estamos en un proceso de investigación pero podemos decir que el caso está avanzado, casi en su totalidad”, expresó.
Las hipótesis que maneja la Policía es que el caso puede estar relacionado a un crimen pasional o a rencillas personales. Uno de los dos sujetos detenidos es dueño de un bar ubicado en la misma zona del ataque. El otro sujeto trabaja como seguridad privado del comercio.
“Por eso estamos haciendo otro tipo de investigaciones. Queremos entrevistar a familiares para conocer cómo estaba su relación familiar”, indicó el investigador.
Otras muertes
En los primos doce días de 2015 ya son cinco agentes policiales los que han sido asesinados. La mayor parte de estos en enfrentamientos con pandilleros.
Autoridades de la corporación policial han indicado que el incremento de ataques se debe al trabajo que está realizando contra los grupos delictivos. Señalan que la mayoría de homicidios se han dado cuando los agentes gozan de licencia.
El director de la PNC, Mauricio Ramírez Landaverde, reconoció recientemente que ha habido homicidios por diferentes circunstancias, pero que la mayoría son ejecutados por pandilleros.
“Estos ataques tienen como propósito hacer retroceder a la institución, doblegar a la Policía, pero no lo van a lograr. La Policía está más comprometida a continuar su lucha en defensa de la sociedad”, dijo.
Este lunes, el fiscal General de la República (FGR), Luis Martínez, aseguró que los fiscales continuarán trabajando “sin presión y sin temor”.
“Vamos a darle todo el respaldo a la Policía, a todos los elementos de la Fuerza Armada. Vamos a seguir firmes combatiendo a estas bandas de holgazanes, terroristas, pandilleros y sicópatas”, manifestó.
El año pasado se contabilizaron 39 elementos de la PNC asesinados.