PERTH, 8 abril 2014. La búsqueda del Boeing 777 de Malaysia Airlines, desaparecido hace justo un mes, se centra este martes en el fondo del océano Índico, con el despliegue previsto de un robot submarino en la zona donde se captaron señales acústicas «prometedoras».
El coordinador de las operaciones de búsqueda frente a las costas occidentales de Australia, Angus Houston, afirmó que quedan muy pocas esperanzas de encontrar en la superficie restos del aparato, que cayó en el sur del océano Índico el 8 de marzo con 239 personas a bordo.
Según Angus Houston, las señales acústicas procedentes del fondo marino y detectadas en los últimos días por el buque australiano «Ocean Shield» son ahora mismo la pista «más prometedora».
Una vez que se hayan localizado con más precisión esas señales, se desplegará en el lecho marino un robot de fabricación estadounidense, el Bluefin-21, para buscar los restos del avión.
«Podríamos llegar muy rápido a esta etapa», declaró Angus Houston a la radio australiana ABC este martes.
«Esta mañana no hemos hablado todavía de eso, pero podríamos hacerlo dentro de un rato», añadió.
El Bluefin-21, un vehículo submarino con forma de torpedo y casi cinco metros de largo, está equipado de un sónar. El robot se emplea para registrar fondos marinos, en tareas de búsqueda de restos, arqueología, oceanografía y también para la detección de minas submarinas.
Si su sónar capta una señal, el Bluefin-21 será subido a la superficie y se le dotará de una cámara, para volver al fondo del océano. El problema es que el aparato no puede ir equipado a la vez de un sónar y de una cámara.
«Es un proceso largo y muy difícil, sobre todo cuando se rastrea el fondo del océano», destacó Houston, ex jefe del ejército australiano.
Las tareas de búsqueda se centran en un arco de 600 km de largo, en el sur del océano Índico, muy lejos de las costas australianas, desde donde se coordinan los trabajos.
El lunes, Australia anunció la detección de nuevas señales acústicas «compatibles con las que emiten las cajas negras de los aviones», dijo Houston.
La detección de esas señales, precisó Houston, apuntan a que los investigadores están «muy cerca de donde tienen que estar».
Si se confirman estos datos, supondrían un giro importante en la investigación justo cuando las cajas negras del vuelo MH370 amenazan con dejar de emitir, después de treinta días inmersas en el agua.
El Boeing 777, que cubría la ruta Kuala Lumpur – Pekín, desapareció de los radares el 8 de marzo al poco de despegar, y según las autoridades malasias desvió su trayectoria deliberadamente para dirigirse al sur.
Este martes, familiares de los 153 pasajeros chinos a bordo del vuelo MH370 celebraron una emocionada vigilia en Pekín para marcar el mes transcurrido desde la desaparición del avión.
Decenas de parientes colocaron velas formando un corazón y rodeando un avión en el vestíbulo del hotel Lido, en la capital china.
A algunos se les podía oír sollozando, mientras que otros se mantenían en silencio o se daban la mano para reconfortarse.