La Arquidiócesis de Managua denunció este jueves un nuevo acto de profanación a uno de sus templos, en el que quebraron imágenes y pisotearon hostias, mientras el cardenal nicaragüense Leopoldo Brenes condenó «este acto que en los últimos días se ha hecho de manera frecuente en diferentes capillas».
La profanación, acompañado de hurto, ocurrió en la capilla Nuestra Señora del Perpetuo Socorro de la parroquia Santa Ana, en la ciudad de Nindirí, que pertenece a la zona pastoral de la ciudad de Masaya (sureste), según la denuncia.
La profanación y sacrilegio consistió en que los delincuentes quebraron imágenes, ultrajaron el sagrario, pisotearon las hostias, quebraron bancas, y ocasionaron daños a muebles, puertas y tubería de esa parroquia, a cargo del sacerdote Jesús Silva, precisó la diócesis de Managua.
El sacerdote dio aviso al cardenal nicaragüense Brenes, también arzobispo de Managua, quien condenó ese nuevo acto de profanación a uno de los templos.
«El señor Arzobispo condena este acto que en los últimos días se ha hecho de manera frecuente en diferentes capillas, por lo que exhorta a los sacerdotes a resguardar las sagradas especies en las capillas más vulnerables», señaló la diócesis en el documento.
El cardenal Brenes también ofreció sus oraciones y reiteró su llamado a sacerdotes y fieles a estar atentos y vigilantes en el cuidado de sus capillas.
Además, pidió a los católicos a unirse en oración de reparación y desagravio ante esta situación.
Las fotos que circularon en las redes sociales muestran los destrozos en la capilla.
El sábado, desconocidos arrastraron por el piso el sagrario de Jesús Sacramentado en la capilla Nuestra Señora del Carmen de la parroquia Nuestro Señor de Veracruz, vecino de Managua.
El pasado 20 de julio, una persona en aparente estado de ebriedad derribó tres portones de la Catedral Metropolitana de Managua, y un día antes un desconocido robó imágenes en la Catedral de Jinotega (norte).
Hace dos semanas, desconocidos entraron a la iglesia de San José de Cusmapa, vandalizaron objetos sagrados y destrozaron una imagen del Divino Niño, como parte de la profanación.
La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha pedido al Gobierno de Daniel Ortega poner fin al asedio a sus parroquias, que han surgido a raíz de las manifestaciones antigubernamentales que estallaron en abril de 2018.
En el marco de esas protestas, el presidente Ortega acusó a los obispos de alentar «sectas satánicas» y de ser parte de un supuesto plan de golpe de Estado.
Desde abril de 2018, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado al menos 328 muertos, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque organismos locales elevan la cifra a 651 y el Gobierno reconoce 200 y denuncia un supuesto intento de golpe de Estado.