Las autoridades de Nicaragua han fortalecido la vigilancia epidemiológica en los puestos fronterizos y aeropuerto del país, debido a la aparición de un nuevo virus mortal −el coronavirus, en Whuan, China− del que se han identificado hasta el 12 de enero unos 41 casos, según publica este martes el periódico nicaragüense La Prensa.
Por su parte, Rosa Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía, dijo que vigilarán a las personas que ingresen con cuadros respiratorios delicados y que provengan de países afectados con el virus.
Hasta el momento las autoridades de salud han identificado casos en China, Tailandia, Japón y Estados Unidos.
Lea también: Asia en alerta máxima por el nuevo virus chino
Según el Ministerio de Salud de Nicaragua darán seguimiento a dichas personas durante siete días en sus casas. Además capacitará a todo el personal de salud para detectar cualquier cuadro respiratorio inusual en las unidades.
Según medios internacionales el virus ya cobró la vida de al menos seis personas, pero todavía no se tienen muchos detalles sobre la enfermedad.
Zhong Nanshan, renombrado científico de la Comisión Nacional de Salud china, anunció ayer que la transmisión puede ocurrir por contagio entre humanos. Era la primera vez que se reconocía públicamente.
La OMS estima, por su parte, la “fuente primera más plausible” de contagio pueden ser los animales y que se “transmite entre humanos por contacto estrecho”.
Según la OMS, el SRAS dejó en 2002-2003 un total de 8.096 casos, de los que 774 murieron en todo el mundo de ellos 349 en China continental y 299 en Hong Kong.
La organización internacional criticó entonces a las autoridades chinas por haber demorado en dar la alerta y tratar de disimular la amplitud de la epidemia.
En pleno trasiego en los transportes antes del Nuevo Año chino, que se celebra el sábado, que hace temer una aceleración de la propagación, el presidente Xi Jingping instó el lunes a controlar la epidemia.
Las consignas no tardaron en ponerse en marcha.
Pekín anunció el martes que eleva la epidemia a la misma categoría que el SRAS. El aislamiento se convierte así en obligatorio para las personas a las que se les haya diagnosticado la enfermedad. No se descarta que se decreten medidas de cuarentena.