Conspiraciones para matar a presidentes y prominentes figuras de la política mundial son parte del enjambre de piezas que conforman los documentos secretos que revelan, principalmente, los detalles del asesinato del expresidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy.
Por ejemplo, algunos documentos revelan una serie de reuniones donde se planifica el asesinato de Fidel Castro, su hermano Raúl Castro y Ernesto Guevara.
De acuerdo con los informes, un grupo de migrantes cubanos pagarían $100,000 por el asesinato de Fidel (aproximadamente $ 1,3 millones en la actualidad) y otros $20,000 por Raúl y Ernesto Guevara.
Durante años, el gobierno de Cuba denunció supuestos planes de la CIA para asesinar al líder comunista Fidel Castro. De hecho, una de las teorías conspirativas en torno del asesinato de Kennedy es que tuvo que ver con Cuba y con la revolución castrista.
Otro documento describe un esquema propuesto por el Pentágono llamado Operación Bount. El objetivo era derrocar a Castro. Los criminales debían entregar a la CIA pruebas “concluyentes” del asesinato de Castro.
Pero en los archivos secretos también aparecen los nombres de otros líderes “incómodos” para Estados Unidos. Por ejemplo, la CIA también consideró matar al presidente congoleño Patricio Lumumba (asesinado en 1961) y a Sukarno, el
primer presidente de Indonesia tras la independencia.
Los recibos y las cuentas financieras de los proyectos clandestinos también muestran el pago de decenas de miles de dólares para financiar “actividades anticomunistas” y garantizar suministros y armas para la oposición a los gobiernos de Cuba, República Dominicana, Congo y Vietnam del Sur.