El narcontraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán tiene debilidades como cualquier otro ser humano. El narco que ha logrado fugarse por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad tiene un especial miedo a perder la libertad.
De acuerdo con un antiguo informe psicológico elaborado por la Procuraduría General de la República de México, “El Chapo” tiene dos marcados puntos débiles: el miedo a perder la libertad, representado por sus espectaculares fugas carcelarias, y la familia, de acuerdo con una publicación de RT noticias que cita al diario El País.
Por la familia, según su perfil sicológico, puede perder los estribos. “Hombre pasional, con diez hijos y cuatro esposas, posee un concepto tumultuoso de la parentela y del amor», agregó.
Añadió que el documento, que data de 2005, revela una aproximación a la cruda infancia que vivió “El Chapo” Guzmán, maltratado por su padre. La maldad del narcotraficante, acomplejado por su baja estatura (de ahí su apodo), nació de la frustración y el resentimiento.
«Es tenaz y su sentimiento de inferioridad se refleja en una expresión de superioridad intelectual y de ambición desmedida por el poder. Tiene necesidad de liderazgo, controla el entorno y es obsesivo», agrega el informe.
Asimismo, para el criminal matar es parte del negocio. No tiene remordimientos. Se ve a sí mismo, según los psicólogos de la fiscalía mexicana, como un «líder con buenos sentimientos». “Es un animal de sangre fría y mente compleja que adora, por encima de todo, el poder», indica el documento.
El informe define al capo como «seductor», «espléndido» y una persona que «genera sentimiento de lealtad y dependencia». «Pero no es indulgente con sus detractores, y no vacila en romper alianzas. Cumple compromisos, pero también sus venganzas, empleando cualquier método violento si se siente amenazado», destaca el estudio.