
Varias personas fueron testigos de la aterradora escena: Gabriel “Cachi” Aceval asesinó a su expareja frente a varios amigos y personas que se encontraban en la zona. Su excusa fue que ella no quiso retomar la relación con él. Y por si esto no bastara, “Cachi”, luego de su captura, se atrevió a confesar que aún la amaba y que era una excelente mujer.
El caso que sacudió a la Argentina en esta semana sucedió el pasado domingo cuando la joven de 30 años, Melina Romero, se encontraba precalentando porque iba a iniciar un partido de fútbol con sus amigas en la localidad del Chaco, La Clotilde.
De repente interrumpió su precalentamiento porque alguien la llamaba. Era “Cachi”, de 45 años, a bordo de su moto.
La chica se acercó solo para repetirle su discurso de que la relación no daba para más y que ya no volverían a estar juntos.
Inició una discusión entre ambos. Se insultaron y luego de los reproches ella intentó regresar al partido, pero Gabriel sacó de su bolsillo un cuchillo de caza y sin titubear le cortó el cuello a Melina frente a la vista de todas sus compañeras y demás personas que se encontraban en el lugar.
El femicida se escapó y dos días después las autoridades lograron ubicarlo gracias a perros rastreadores.
Según medios locales, Melina era madre de dos niñas. Fue pareja de su ahora asesino por cinco meses. Familiares de la víctima explicaron ante la justicia que la relación de ellos había finalizado hace menos de un año, pero que el homicida nunca lo entendió y acosaba a la joven.
La Fiscalía indica que el femicida ya tenía planeado el crimen contra Melina. Incluso, se especula que el hombre preparó algunos elementos para sobrevivir en los montes de la zona, sin embargo, no pudo estar tanto tiempo en liberad y en 48 horas lo detuvieron.
“La noche del femicidio, Melina llegó con algunas amigas al complejo deportivo. Los testigos aseguran que la conversación entre ellos, que luego se convirtió en discusión, duro pocos minutos. Una de las amigas de la víctima relató que vio como Aceval ‘abrazó’ a Melina para luego hacerle un tajo en el cuello. También explicó que la víctima ‘caminó unos dos o tres metros hasta que escupió sangre y cayó’”, informó el medio El Heraldo.
La autopsia señaló que la muerte fue debido a un único y profundo corte en el cuello, el cual le afectó el paquete vascular izquierdo, causándole una hemorragia aguda.
Antes de la detención del criminal, este dejó algunos mensajes en redes sociales y un audio al que pudo acceder el portal Infobae, en el cual expresó “Mandale un abrazo a la chiqui. Fue una buena mujer decile. Encima la sigo queriendo a la chica todavía. Una excelente mujer”.
El hombre tenía unas horas de haber cometido el crimen cuando posteó en su estado de WhatsApp la frase “Le estaba por matar a las dos hijas, pero no. Vino y cayó ella. Yo la quería mucho”. La publicación iba acompañada con una foto de la víctima.
Este no fue la única comunicación que mantuvo en su cautiverio. Con la poca batería que le quedaba en su móvil se comunicó con familiares y amigos, además llamó a la comisaría de la zona y según informó el sujeto le dijo “también debería haber matado al juez”.
El detenido está siendo procesado por homicidio agravado por el vínculo de pareja y desde la Fiscalía no descartan sumarle el agravante de femicidio. En cualquiera de los dos casos la pena es de prisión perpetua.