Alrededor de 130 focas fueron halladas muertas a orillas del lago Baikal, en Siberia, por lo que las autoridades abrieron el martes una investigación, preocupadas por la biodiversidad del lago más profundo del mundo.
La foca del Baikal es la más pequeña del mundo y los orígenes de su aparición en este lago, formado hace 25 millones de años, siguen siendo un misterio.
«Unos 130 animales fueron encontrados muertos» en los últimos días, declaró a la AFP el portavoz del ministerio de Recursos Naturales, Nikolai Gudkov.
«Hemos tomado muestras de agua para saber si la contaminación fue la causa» de la muerte de los animales, indicó, precisando que los resultados todavía no estaban disponible y que no se trataba de la pista preferida de los investigadores.
Los científicos también practicaron biopsias a las focas, según la misma fuente.
El animal no está en peligro de extinción y su población aumentó en los últimos años hasta los 130.000 individuos, destacó Gudkov.
Situado en el corazón de Siberia, el Baikal es el lago más antiguo y más profundo (1.700 m) del mundo. Contiene el 20% del agua dulce no congelada del planeta y «supone un valor excepcional para la ciencia de la evolución», según la UNESCO, que lo incluyó en 1996 en su lista de patrimonio mundial de la Humanidad.
Cerca de 3.600 especies vegetales y animales pueblan sus aguas y orillas.
Pero en los últimos años se está viendo afectado por una grave crisis ecológica, con la desaparición de peces, la propagación de algas y la contaminación de las aguas por fosfatos, según activistas ecologistas.