El Salvador
domingo 24 de noviembre de 2024

«El Chapo» Guzmán se fugó por un sofisticado túnel

por Redacción


Un experto en cárteles de la droga considera que Joaquín Guzmán podría retomar pronto y por completo el control de su organización, el Cártel de Sinaloa.

El capo mexicano Joaquín «El Chapo» Guzmán escapó de la cárcel de máxima seguridad en que estaba recluido a través de un túnel de 1,500 metros que estaba provisto de tuberías de PVC para la respiración, tanques de oxígeno y motocicleta sobre rieles que llega a una casa en construcción, detallaron las autoridades mexicanas.

Este domingo, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, confirmó que la noche del sábado se emitió la «alerta por evasión» en el penal del Altiplano, ubicado a 90 km de la capital mexicana y que alberga a los capos, asesinos y violadores más peligrosos del país.

Desde entonces, tropas de las fuerzas federales buscan por tierra y cielo a Guzmán, considerado uno de los capos más poderosos del mundo y arrestado por última vez en febrero del año pasado.

Cuando las autoridades buscaron a «El Chapo» en su celda, hallaron un gran orificio en el área de la regadera, que comunica con un túnel «que se extiende por una longitud aún indeterminada pero que en línea recta, de punto a punto, representa más de 1,500 metros», dijo en conferencia de prensa Rubido.

En el sofisticado canal, que contaba con ventilación y alumbrado, las autoridades hallaron una motocicleta adaptada sobre rieles que habría servido para transportar las herramientas y maquinaria necesarias para las obras de excavación, así como para extraer la tierra que esto generó.

El pasaje desemboca en un inmueble aún en construcción ubicado al suroeste del penal, que está rodeado por sembradíos de maíz y que este domingo lucía custodiado por unos 250 uniformados mientras un helicóptero sobrevolaba la zona.

A través de retenes en las carreteras aledañas, los soldados apuntaban sus potentes linternas a las caras de los automovilistas y revisaban los asientos traseros y las cajuelas, constató un periodista de la AFP.

Un total de 18 agentes penitenciarios serán llamados a declarar ante fiscales en Ciudad de México sobre la misteriosa fuga en este penal en Almoloya, y se suspendieron las operaciones del cercano aeropuerto de Toluca.

Un bochorno para Peña Nieto

Guzmán, de 58 años y quien llegó a ser el delincuente más buscado por México y Estados Unidos, fue detenido por primera vez el 9 junio de 1993 en Guatemala.

En esa ocasión, el capo fue trasladado al penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco (oeste), de donde se fugó el 19 de enero de 2001 aparentemente escondido en un carrito de ropa sucia.

Siguió una larga e intensa persecución, que el escurridizo capo logró burlar en varias ocasiones gracias a puertas reforzadas con acero en sus residencias y a un sistema de túneles secretos, así como una estrecha connivencia con autoridades de todos los niveles.

Finalmente, el 22 de febrero del año pasado fue aprehendido nuevamente por la Marina Armada en su feudo del estado de Sinaloa (noroeste).

El arresto fue anunciado a bombo y platillos por el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que recibió elogios internacionales por el «histórico» logro.

En ese entonces, la fiscalía general mexicana ofrecía por Guzmán una recompensa de unos 2,3 millones de dólares, mientras que Estados Unidos puso un precio de cinco millones.

Además, la ciudad de Chicago lo había declarado su «enemigo público número uno», siendo el primer criminal señalado como tal desde Al Capone.

Las autoridades exhibieron ante los medios a un Guzmán cabizbajo y esposado, que lucía un espeso cabello negro y bigote.

Inmediatamente después, Estados Unidos expresó su deseo de extraditar al capo, algo a lo que México se negó rotundamente.

Diecisiete meses más tarde, la nueva fuga del capo da un sorpresivo giro a la situación y pone en entredicho al gobierno de Peña Nieto, quien tiene previsto llegar a Francia este domingo para una visita de Estado.

El veterano capo Ismael «El Mayo» Zambada, que había sido considerado el sucesor natural de Guzmán al frente del cártel de Sinaloa, también está prófugo.

El narco más poderoso del mundo

Con su primera huida, Guzmán se convirtió en el gran símbolo del narcotráfico contra el que el expresidente Felipe Calderón (2006-2012) lanzó al Ejército, y llegó a aparecer en la lista de las mayores fortunas del mundo de Forbes de 2011, con más de 11.000 millones de dólares.

«El Chapo» logró en pocos años que su organización volviera a ser dominante en México gracias al tráfico de cocaína y marihuana a Estados Unidos, Europa y Asia.

Así, se convirtió en el narcotraficante más poderoso del mundo y sus sicarios libraron sanguinarias batallas, especialmente contra sus archienemigos del cártel Los Zetas.

Más de 10.000 personas fueron asesinadas solo en Ciudad Juárez, una localidad clave fronteriza con la estadounidense Texas, en pugnas atribuidas a los cárteles de Sinaloa y Juárez.

Apodado «El Chapo» como diminutivo de «chaparro» (por su corta estatura de 1,55 m), Guzmán nació el 4 de abril de 1957 en Badiraguato, Sinaloa, la región mexicana más emblemática para el narcotráfico por cultivar desde hace décadas amapola y marihuana y ser la cuna de la mayoría de capos históricos.

Según informes de la fiscalía general, Guzmán se involucró en el crimen en los 80, cuando fue reclutado por Miguel Angel Félix Gallardo, «El Padrino», quien era entonces el narco más poderoso en México.

Tras la captura de Félix Gallardo en 1989, las pugnas en el interior de su cártel de Guadalajara lo condenaron a desaparecer y Guzmán se trasladó a Sinaloa, donde fundó su propia organización.

Durante su estancia en el penal del Altiplano, firmó junto con otros 140 reos una carta dirigida al ombudsman para denunciar las condiciones «inhumanas» de su encarcelamiento, que incluían comida con gusanos o colchones maltrechos para la visita conyugal.

Retomaría pronto el control del Cártel de Sinaloa

Un experto en cárteles de la droga considera que Joaquín Guzmán podría retomar pronto y por completo el control de su organización, el Cártel de Sinaloa.

Michael S. Vigil, quien es un retirado jefe de operaciones internacionales de la Administración de Control de Drogas (DEA) de Estados Unidos, cree que si Guzmán no es atrapado dentro de 48 horas, «quizás nunca lo encontremos de nuevo».

Con su fuga, Guzmán hizo justo lo que las autoridades mexicanas prometieron que no volvería a suceder después de que fue recapturado el año pasado mexicano: huir de una prisión de máxima seguridad por segunda vez.