La corrupción en Perú genera anualmente pérdidas por 10.000 millones de soles (unos 3.500 millones de dólares), lo que representa el 2% del Producto Interno Bruto, dijo este miércoles el jefe del organismo de control y fiscalización del Estado, Fuad Khoury.
«El país registra un crecimiento económico fuerte con un promedio de 5,5% al año, pero al mismo tiempo carga el lastre de la corrupción», subrayó Khoury, jefe de la estatal Contraloría General de la República, en la sesión inaugural de la IV Conferencia Anticorrupción Internacional.
De no enfrentarse el problema, añadió, la corrupción irá en aumento y las pérdidas en los próximos años serán mucho mayores.
En el evento, denominado «redes para la prevención de la corrupción», el funcionario subrayó que eliminar totalmente el problema «sería una utopía» debido a que el fenómeno sigue avanzando de forma sostenida en el país.
«La corrupción atenta contra los derechos fundamentales de las personas, especialmente de los más pobres, mientras unos cuantos ladrones de cuello y corbata se enriquecen», anotó, al remarcar que muchas veces la corrupción no se castiga.
Los afectados son los 9,6 millones de peruanos que viven en situación de pobreza y los 2 millones que viven en extrema pobreza, de acuerdo a cifras oficiales, remarcó.
Khoury propuso como alternativa una «reflexión ética» para aumentar la conducta honesta de los peruanos y trabajar para cambiar la conciencia del ciudadano, haciéndolo participar junto a los funcionarios públicos en modelos nuevos contra ese fenómeno.
Por su parte, el primer ministro Juan Jiménez, a nombre del Ejecutivo, dijo que el gobierno ha fortalecido la labor para perseguir los delitos de corrupción, advirtiendo que falta avanzar en la aprobación de leyes para incrementar esa lucha.
Así, se refirió a la propuesta de «muerte civil» para que los sentenciados por corrupción no sean sujetos de crédito, que no accedan a cargos públicos y se declare la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción.