Con cincuenta años escribiendo su historia, la cultura le brindará tributo a uno de los máximos ponentes del teatro en El Salvador: Roberto Salomón, quien este lunes fue nombrado como el ganador del Premio Nacional de Cultura, entregado por la Secretaría de Cultura año con año a los más sobresalientes virtuosos de las artes.
Muchos de los esfuerzos en “las tablas” han sido gracias a “Roby”, como muchos cariñosamente lo llaman, forjador de una de las mejores épocas del arte escénico que pudo haber tenido el Teatro Nacional, de San Salvador. Salomón puede ver en retrospectiva y ser reconocido, además, como el fundador de “Acto Teatro”, una iniciativa que buscaba hacer eco en las butacas para presentar el talento nacional a través del la escena.
Su presente hoy pinta en el Teatro Luis Poma, donde proyecta su arte.
Roby, el 4 de noviembre, será galardonado por el presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, en una ceremonia que valoriza la trayectoria de la cultura con la entrega de una medalla de oro, un diploma de honor firmado por Cerén y el secretario de Cultura, Ramón Rivas, así como la entrega de $5 mil.
“Roberto Salomón es uno de los hombres de las artes escénicas que ha dedicado a promover y montar obras de teatro dentro y fuera del país, a buscar espacios para que los artistas puedan expresarse en este arte, a un hombre con sangre francesa que se suma a la galería de los ilustres ganadores del Premio Nacional de Cultura”, expresó Rivas al anunciar a Salomón como el ganador del reconocimiento.
El premio lo disputaron 30 reconocidos artistas más y el debate fue realizado por seis destacados de este espacio: Mercedes Flores, Isabel Dada, Alexander Córdova, Óscar Guardado y Baltazar López, los jurados.
Salomón brindó unos minutos a Diario1.com para hablar sobre su trayectoria, tropiezos y triunfos como una lucha continua que hoy logra ser reconocida.
¿A su juicio qué falta por hacer en las artes?
Creo que hace falta es de integrar la educación artística desde la parvularia y la primaria; es importantísimo. Este premio puede servir para tribuna o plataforma de esa voluntad política.
¿Cuál ha sido el obstáculo más difícil durante toda su carrera?
El mayor obstáculo de mi carrera creo que fue mi familia, definitivamente. Las familias piensan que uno nace para algo y uno no nace para hacer las expectativas de la familia. El otro es tratar de convencer a las personas de que el arte es necesario.
¿Cuál de todas las obras es la que más le ha impactado?
Son varias, hay demasiadas: “La persecución y el asesinato de Jean Paul Marat (el primer gran espectáculo que hice en El Salvador)”, “El Júpiter de Francisco Gavidia”, “Tierra de cenizas y esperanza” (con la que fuimos al festival de teatro en Cádiz), “La señorita Tacna” (el primer gran montaje en el Teatro Luis Poma), “Incendios” (un trabajo con una compañía joven), son tantas obras que tienen mucho que decir, como “El zoológico de Cristal” (de Tennessee Williams, son todas esas obras las que llevo más en el corazón.
¿Cuál es su mensaje cada vez que logra montar una obra?
Woody Allen dice que si uno quiere mandar un mensaje para eso está los telegramas. Yo no quiero mandar mensajes. Para mí la función del teatro es divertir al público y que pasen un buen momento y que se lleven algo que les cuestione sus vidas, que les rete en sus convicciones, que ponga en tela de juicio las certidumbres que pueden tener. Yo encuentro que uno de los problemas más grandes de la sociedad es que puedan tener certidumbres o estar seguros de algo. No puede haber una sola verdad, hay varias verdades y yo busco eso.
Hay mucha calidad en el Teatro Luis Poma, ¿cómo se logra?
Yo busco un criterio de selección que es el de calidad escénica y si me puede nombrar grupos que no han sido invitados al Luis Poma usted me puede decir que en el mayor de los casos no quieren ir o porque no tienen la calidad para hacerlo. Creo que soy una persona abierto a los demás y que no uso el instrumento que se me da solamente para tocarlo yo.
¿El Luis Poma es una continuidad de Acto Teatro en el sentido que se le cerraron las puertas y luego se encuentra este apoyo?
Es el hecho de que Acto Teatro fue un intento porque hubiera teatro constante en El Salvador y de calidad y en ese sentido el Luis Poma eso es lo que busca.
¿Quién es su musa?
Tengo varias musas, la primera es Naara Salomón (su esposa) y acá hay dos más, una de ellas es la actriz de teatro, Isabel Dada también.
¿Qué aspectos toma en cuenta para que un artista sea parte de su elenco?
No es suficiente con ser buen actor, tiene que ser uno bueno, luego el papel debe corresponderle, no todos pueden hacer todos los papeles. Hay un aspecto muy importante para mí y es que el teatro es tan difícil que yo no quiero trabajar con conflictos de personas. Si yo tengo que convencer con una persona que sé algo antes de que lo acepte ya suficiente dificultad hay para crear teatro así.
¿Cómo se describe Roberto Salomón o cómo es Roby Salomón?
No me describo. Creo que soy una persona llena de sentimientos antagónicos como todo ser humano: soy reflexivo, soy intelectual y al mismo tiempo visceral, a veces quisiera tener más inteligencia emocional.
¿Sobre el premio?
El Premio Nacional de Cultura es un grandísimo honor. Estoy emocionado por ser el galardonado en la rama que me apasiona y espero poder hacerle justicia a este premio siguiendo con el teatro en la formación, producción, difusión y enseñanza,. Es un grandísimo honor y agradezco este premio a la Secretaría de Cultura y al secretario, Ramón Rivas por este premio.