El domingo por la noche, al oeste de El Salvador, en la carretera que conduce a Los Chorros, un conductor en estado de ebriedad segó la vida de José Filánder Funes Barrios, actor y director de teatro, durante un aparatoso accidente.
El actor, de 61 años de edad, marcó grandemente al teatro en el país. Nació en la ciudad de Aguilares, municipio de San Salvador. Su modelo a seguir en la niñez era un tío por parte materna que desde los once años tomó el camino de la bohemia.
En una ocasión, Funes dijo que se enorgullecía de escuchar cantar a su tío y que su madre era amante del trabajo manual, por lo que consideraba que había sido de gran influencia para desenvolverse en las artes escénicas.
Trayectoria
En 1976, a sus 20 años, se graduó de actuación en el Centro Nacional de Artes (CENAR), en San Salvador. En 1977 logró conseguir una beca para estudiar artes dramáticas en la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Filánder se graduó en la licenciatura de Dirección Escénica, y luego estudió una maestría en artes en el Instituto Estatal de Teatro, Música y Cine de Leningrado, ahora San Petersburgo, en Rusia.
Siete años después (1984) decidió abandonar Europa y dirigirse a Cuba, donde vivió con su segunda esposa. En 1994 volvió finalmente a su tierra natal y desde ese entonces trabajó su propio proyecto con la Escuela Arte del Actor.
Fue uno de los discípulos del reconocido actor, director escénico y pedagogo teatral, Konstantin Stanislavski, de quien aprendió una grandiosa técnica actoral y fue su inspiración para crear una escuela de teatro con el nombre del teórico ruso.
Algunos de las obras del talentoso director son «En el jardín de las Angustia», «Y el despertar de la Tierra del Deseo, Se hizo Hombre», «Petición de Mano», «El Cielo y el Infierno», «Mujer», «Mosquito», «La Madriguera», «La Muerte y la Doncella», «Madama Butterfly» y «Vuelo de Nostalgias», entre otras que se montaron en Cuba, Rusia y El Salvador.
El espíritu Filánder
De acuerdo con Silvia Elena Regalado, directora de la Casa del Escritor, Filánder era un hombre apasionado del teatro. Para él, su vida giraba alrededor de ello y no paraba nunca de imaginar, recrear, y alucinar con todas las posibilidades que da el teatro.
“Respiraba teatro. Él llegaba a las 2 de la tarde a trabajar y desde esa hora pasábamos hablando de teatro hasta las 10 de la noche. Así era su vida, perdía la noción del tiempo, del espacio”, afirmó Silvia.
El político, economista y educador salvadoreño, Roberto Cañas quien conoció a Filánder por su admiración al teatro, aseguró que era una persona vivaz en su manera de hablar y gesticular. Fue un hombre que dedicó su vida entera al teatro, cuestión que, según Cañas, en El Salvador es de las cosas más valientes que puede haber porque el país es desértico en manifestaciones del arte.
Así mismo, el director del grupo de teatro La Máscara en San Miguel, Juan Ramón Galeas agregó que el actor era empático. Siempre trataba de mantener buenas relaciones con los compañeros de generaciones mayores e incluso con las menores a él en la escuela de artes.
Su legado
Silvia Regalado dijo que la creación de la sala de teatro “La Guarida del Duende” fue uno de los legados que dejó en la Universidad Tecnológica de El Salvador. Dicha sala se creó bajo la supervisión del actor.
Por otra parte, Galeas afirmó que el mayor aporte que le dio al país fue crear una generación de artista que hoy son los actores que están “nutriendo” el Teatro Poma en el país.
“Una de las cosas que marcó en mi vida fue el amor al arte, que aunque uno tenga el mundo en su contra, debe trabajar por lo que ama. No importaba si no nos daban el presupuesto o no entendían el proyecto, estábamos trabajando por lo que creíamos y lo que amábamos”, expresó Silvia al comentar sobre lo más importante que el difunto actor dejó marcado en su vida.
“Él era un excelente maestro”, agregó.
La despedida
Ante la tragedia de su partida, la Secretaría de Cultura de la Presidencia lamentó la muerte del actor y mostró sus condolencias familiares, amigos y al gremio artístico salvadoreño por la pérdida.
La Asamblea Legislativa también emitió un comunicado en el que los diputados lamentaron el fallecimiento. A su vez reconocieron el esfuerzo de Filánder al convertirse en el primer jefe de la Unidad de Arte y Cultura de dicha instancia.
Filánder será reconocido por muchos por su esfuerzo en sacar adelante el arte del país y por su genialidad creadora.